Pertenecen a la cirugía oral un amplio abanico de tratamientos que tienen en común el uso de la anestesia local y el abordaje del tratamiento de manera quirúrgica.
En la mayoría de ocasiones se pueden realizar en régimen ambulatorio bajo anestesia local exclusivamente. Sin embargo, la condición del enfermo o la complejidad del caso puede requerir sedación o anestesia general en manos de un médico especializado en anestesiología.
Ante este último supuesto, en Clínica Cabrera y Arcas contamos con un médico especialista en cirugía maxilofacial cualificado que se encarga de la coordinación y manejo del caso en el ámbito hospitalario.
Exodoncia
Conocida popularmente como extracción dental, se realiza cuando no es posible salvar la pieza dental o cuando por otros motivos clínicos está justificado.
Extracciones de muelas del juicio.
Consiste en la remoción de los terceros molares o cordales. Su acceso detrás de los otros dientes y cercano a la garganta y la presencia en ocasiones de encía por encima hacen más compleja esta cirugía en comparación con un diente. En Clínica Cabrera y Arcas contamos con un médico especialista en cirugía oral y maxilofacial para los casos más complicados.
Drenaje de abscesos en cavidad oral.
Consiste en la evacuación de material purulento de una cavidad infectada. Suelen ser de origen dentario, aunque existen otras causas. Precisa de una actuación temprana para evitar un riesgo mayor para el paciente. Además, requiere tratar el foco de la infección
Implantología avanzada.
Se trata del conjunto de procedimientos quirúrgicos que van encaminados al recambio de una pieza dental en mal estado por un sustituto metálico denominado implante. Es el tratamiento de primera elección para la rehabilitación dental en el caso de pérdida de piezas dentales.
Regeneración ósea avanzada.
Se trata del aumento del hueso en los maxilares con el fin de permitir un mejor sustento del implante que colocaremos posteriormente. Este hueso puede provenir del propio paciente o bien utilizar partículas de hueso sintético.
Elevación de seno maxilar.
Es una técnica de regeneración ósea específica para las zonas paranasales próximas al seno maxilar Se realiza en los casos en los que hay déficit de masa ósea en el maxilar superior. El procedimiento consiste en levantar el suelo del seno maxilar y alojar en su interior el hueso que necesitamos para colocar el implante.
Preguntas Frecuentes
No. La anestesia local evita la transmisión de impulsos dolorosos a la zona en la que estamos interviniendo.
Es una pregunta habitual en cualquier clínica dental.
Como cualquier infección en nuestro organismo, además de tratar su consecuencia, debemos tratar su causa. El tratamiento de una infección odontógena incluye el tratamiento médico (suele componerse por antibióticos, analgésicos e inflamatorios) así como la solución del foco originario.
Si la pieza dental no puede ser reconstruida o el paciente no desea restaurarla se debe extirpar. En algunas ocasiones la limitación para la apertura oral por dolor o la sensación de fatiga del paciente nos hacen demorar unos días la intervención.
No siempre. Es labor del odontólogo valorar la vitalidad del diente mediante la exploración física y las pruebas de imagen.
Se conocen con ese nombre porque suelen salir a la edad de maduración del adolescente, a partir de los 16 años.
Características como la densidad y el tamaño del hueso o la presencia de otros dientes vecinos en mala posición pueden hacer que erupcionen antes o más tarde de esta fecha
Las muelas del juicio pueden ser extirpadas por sintomatología en la propia zona, necesidades ortodóncicas, presencia de lesiones quísticas alrededor o cualquier otra situación en la que dicha muela pueda provocar un perjuicio para el paciente. Incluso, existe la exodoncia preventiva.
Este último caso se trata de la extracción en casos asintomáticos para evitar que puedan provocar problemas en el futuro.
El odontólogo y el cirujano maxilofacial son los profesionales cualificados para valorar cada caso de manera individual
Algunas muelas del juicio pueden provocar un perjuicio en la ortodoncia. Este hecho puede ocurrir antes, durante o después del tratamiento.
El odontólogo y el ortodoncista evaluarán cada caso exhaustivamente y decidirán si es necesaria su extirpación.
Todo dependerá del tipo de cirugía que se te realice así como del trabajo que desempeñes.
Por norma general, solemos recomendar al menos 48h sin ejercicio físico. No obstante, te informaremos de manera precisa tu caso particular.
Lógicamente, como personal sanitario que somos, no podemos recomendar nunca hábitos tóxicos a nuestros pacientes. En el caso del tabaco aumentan las posibilidades de mala cicatrización y de infección.
Respecto al alcohol, existen posibles interacciones con algunos medicamentos que solemos prescribir para el postoperatorio.
En primer lugar, se deben evitar la realización de pruebas que utilicen radiación como las ortopantomografías.
El hecho de sufrir una infección dental puede suponer un riesgo tanto para el bebé como para la madre.
En cualquier caso el especialista debe informar los pros y contras del acto quirúrgico para que la paciente decida libremente.
Siempre que sea posible se intentará que la intervención se realice en el tercer trimestre del embarazo dado que el feto es más maduro.
Generalmente, las alergias se producen en medicamentos de una misma familia (por ejemplo las penicilinas) pero no en todas las medicinas.
El cirujano maxilofacial en la primera entrevista con el paciente realiza una anamnesis detallada en la que indica estas incidencias y buscará un fármaco alternativo.
Dependiendo del tipo de diente que queramos sustituir, la edad del paciente y sus hábitos alimenticios precisaremos una cantidad determinada de hueso.
Mediante pruebas radiográficas como la ortopantomografía y el escáner podemos determinar con exactitud la cantidad y calidad de la masa ósea así como si necesitamos un aumento de la misma.
El implante es el dispositivo que se aloja en el hueso mientras que el diente es una superficie de otro material que va enroscada al implante.
Una vez que colocamos el implante (tornillo) debemos dejarlo alojado un periodo de tiempo para que se integre en nuestro hueso natural antes de colocar el diente.
Este tiempo es variable aunque hay casos en los que podemos colocar una prótesis provisional para que el paciente pueda usarla mientras tanto.
La toma de algunos medicamentos o una mala condición de salud del enfermo pueden hacernos pensar en otras alternativas de tratamiento.
No obstante, siempre trataremos de proponer un amplio abanico de opciones de tratamiento para que el paciente pueda elegir libremente una vez sea informado. En el caso de no poder colocar implantes existen reconstrucciones con puentes hacia dientes sanos o soportadas a la mucosa oral.
No, no existe una contraindicación clara entre la edad y la colocación de implantes.
No obstante, conforme envejecemos también se deteriora nuestra calidad y cantidad de hueso. Ello puede conllevar a una mayor dificultad a la hora de rehabilitar los dientes.
Depende de los factores intrínsecos del paciente (edad, antecedentes médicos, etc) así como la localización y el tiempo de evolución de los síntomas, una infección odontógena puede llegar a ser catalogada como grave y que requiera incluso el ingreso hospitalario del paciente.
Por ello, ante la aparición de signos que puedan ser sugestivos de esta patología, se debe acudir al dentista en un breve periodo de tiempo.